Sí. El Dr. Badia ofrece consultas virtuales para pacientes de todo el mundo. A través de la telemedicina, puede evaluar su dolor de muñeca, revisar sus estudios de imagen y recomendar las opciones de tratamiento más efectivas.
El dolor en el pulgar suele deberse a artritis (especialmente artritis de la articulación basal), lesiones de ligamentos, tendinitis (como la de De Quervain), fracturas o esfuerzo repetitivo. Es necesaria una evaluación completa para identificar la causa exacta.
La artritis del pulgar, también conocida como artritis de la articulación basal, afecta la articulación en la base del pulgar donde se une con la muñeca. Provoca dolor, hinchazón, debilidad y dificultad para realizar movimientos de agarre o pinza.
Las señales iniciales incluyen dolor en la base del pulgar al realizar actividades como abrir frascos, escribir o sujetar objetos. También puede notarse hinchazón, rigidez o una protuberancia en la articulación cercana a la muñeca.
Las señales iniciales incluyen dolor en la base del pulgar al realizar actividades como abrir frascos, escribir o sujetar objetos. También puede notarse hinchazón, rigidez o una protuberancia en la articulación cercana a la muñeca.
Sí. Los tratamientos no quirúrgicos incluyen el uso de férulas, medicamentos antiinflamatorios, modificaciones en las actividades, inyecciones de corticosteroides y terapias regenerativas como el PRP (plasma rico en plaquetas).
La cirugía puede ser necesaria cuando el dolor y la debilidad persisten a pesar de los tratamientos conservadores. Las opciones quirúrgicas incluyen la reconstrucción de ligamentos, la fusión articular o la sustitución de la articulación, según la gravedad y los objetivos funcionales.
La reconstrucción de ligamentos con interposición de tendón (LRTI) es un procedimiento común que estabiliza la articulación del pulgar y alivia el dolor causado por la artritis. El Dr. Badia ofrece opciones mínimamente invasivas para una recuperación más rápida.
La mayoría de los pacientes recupera la función en un plazo de 8 a 12 semanas. La recuperación incluye terapia de mano para recuperar fuerza y movilidad. Las técnicas mínimamente invasivas pueden acortar el tiempo de recuperación y reducir las molestias.
Aunque la artritis suele estar relacionada con la edad, es posible reducir el riesgo evitando el esfuerzo repetitivo del pulgar, manteniendo la flexibilidad de la articulación y tratando a tiempo las lesiones menores del pulgar. El Dr. Badia ofrece estrategias de cuidado preventivo para pacientes con mayor riesgo.
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