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Lesiones frecuentes en los dedos entre los jugadores de críquet de Bahamas

Cricket Player taking a swing - foto de e-blast para blog

Lesiones traumáticas deportivas Las lesiones traumáticas de los dedos y el pulgar son frecuentes, y en ocasiones ponen fin a la carrera profesional de los deportistas de competición, especialmente los jugadores de críquet. Aunque a menudo se pasan por alto, estas lesiones pueden producirse tanto en deportes de contacto como sin contacto, debido al papel crucial que desempeña la mano en muchas actividades deportivas. Por desgracia, rara vez reciben mucha atención por parte del entrenador o del médico del equipo tradicional, y sólo cuando el dolor, la inflamación y el déficit funcional persisten se deriva al paciente al especialista en cirugía de la mano. La lesión suele denominarse erróneamente "dedo atascado", pero rara vez se establece un diagnóstico claro, lo que puede tener consecuencias desastrosas a largo plazo para la función de la mano y, en consecuencia, para el rendimiento deportivo.

Las lesiones digitales suelen producirse por un mecanismo de impactación axial en los deportes de pelota, mientras que las lesiones por torsión se ven más en los deportes de contacto. En cualquier caso, las lesiones pueden ir desde simples esguinces de ligamentos colaterales a avulsiones tendinosas, o incluso fracturas articulares complejas. El diagnóstico exacto determinará el tratamiento y el momento de volver a practicar deporte. Las lesiones del pulgar se producen sobre todo en la articulación MCP crítica, y las lesiones ligamentosas requieren una cuidadosa deliberación si es necesaria una intervención quirúrgica.

Una evaluación precoz permitirá determinar el tipo y la posición adecuados de la inmovilización protectora, lo que a menudo permite seguir jugando. Las lesiones más graves, que requieren intervención quirúrgica, también es mejor tratarlas pronto, ya que así se obtendrá el mejor resultado posible y se podrá reincorporar más rápidamente a la competición. Las fracturas articulares de la articulación PIP son buenos ejemplos, ya que un reconocimiento tardío alterará por completo las opciones de tratamiento. Por ejemplo, una fractura luxación compleja puede ser susceptible de fijación externa dinámica si se evalúa en los primeros diez días, pero una evaluación y tratamiento tardíos pueden requerir una reconstrucción menos predecible, como una artroplastia hemi-hamática.

La artroscopia, especialmente en la articulación MCP de los dedos o el pulgar, proporciona una forma menos invasiva y más precisa de evaluar los problemas de dolor crónico en esta articulación. Las lesiones agudas, como una fractura ósea de guardabosques, también pueden tratarse de forma más óptima mediante artroscopia, evitando la formación de cicatrices que pueden retrasar la recuperación y el retorno del movimiento necesario.

Las lesiones en los dedos son frecuentes en los atletas de críquet bahameños y su reconocimiento precoz es clave. Los médicos de los equipos, los entrenadores, los preparadores físicos y los propios jugadores de críquet deben aprender que una función óptima a largo plazo depende de un diagnóstico precoz y preciso, y que el especialista de la mano debe participar desde el principio.

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