J es un jubilado encantador y vigoroso de 73 años cuyo pasatiempo favorito es fabricar relojes de campana de Westminster para sus nietos. Un día cualquiera, cuando estaba usando una sierra circular para cortar la moldura de otro reloj, sufrió una lesión devastadora. Le amputaron los cuatro dedos de su mano izquierda y lo llevaron a la sala de emergencias local en un pequeño pueblo de la costa oeste de Florida. Su médico de urgencias astutamente envió a su esposa de regreso para recuperar dos de los dedos del piso del taller mientras él buscaba en el estado un cirujano de mano que aceptara este desafiante caso. Esto no sólo fue esencialmente una amputación de cuatro dedos, sino que ocurrió en un hombre anciano con antecedentes de un procedimiento de stent cardíaco.
Aunque se sabía que era de alto riesgo, JJ sintió que su vida se acabaría sin el uso de sus manos para trabajar la madera e insistió en encontrar un equipo que pudiera asumir este desafío. Posteriormente, el Dr. Badia y el Dr. Khouri volverían a unir con éxito los cuatro dedos después de que el paciente fuera trasladado en helicóptero al Cedars Medical Center. Podemos ver que JJ no sólo recuperó suficiente uso de su mano para atarse los zapatos y hacer jardinería, sino que también completó la tarea que comenzó cuando sufrió el accidente.
Continúa sirviendo de inspiración para el Dr. Badia, demostrando que la edad y un historial médico complicado no deberían disuadir a uno de buscar el mejor resultado posible.
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