Alejandro Badia, MD, FACS
El Síndrome del Canal Carpiano es una condición muy común y poco entendida; al extremo que en los últimos años ha recibido mucha atención por la prensa y aún así ni la comunidad científica lo termina de entender por completo. Los medios de comunicación lo clasifican como una “enfermedad de oficio” (ya que lo tienden a asociar con actividades repetitivas como la mecanografía ó las labores en la línea de montaje en una fábrica, pues el dolor se manifiesta en las manos), sin embargo la opinión pública se equivoca y la realidad es otra: la causa no es el uso de un teclado; aunque sí existe alguna predisposición a este padecimiento, las actividades repetitivas (como la mecanografía), pueden agravarlo.
“Síndrome del Canal Carpiano” significa que existe una compresión del nervio Mediano de la mano. Este nervio está situado dentro de un túnel cuyas paredes inferior y laterales están formadas por los huesos carpianos (la pared superior la forma una estructura llamada “ligamento carpiano transversal”).
Además del nervio, hay nueve tendones que le dan flexión a los dedos y revisten el canal; cuando la membrana que cubre a éstos tendones se inflama, la reducción del espacio provoca la compresión del nervio, y ésta “compresión del nervio central” es la que produce los síntomas del Síndrome del Canal Carpiano.
Los síntomas más frecuentemente relacionados con el Síndrome del Canal Carpiano son: entumecimiento y hormigueo de la mano (que usualmente comienza durante la noche). Con frecuencia se siente dolor y debilidad en la mano, especialmente en el dedo pulgar, y si se deja que progrese sin tratamiento durante mucho tiempo puede llegar a atrofiarse el músculo en la base del pulgar. Además de los síntomas físicos del Síndrome del Canal Carpiano, el diagnóstico se puede confirmar fácilmente con un estudio de conducción del nervio, que mide la velocidad y latencia de los impulsos nerviosos a través del nervio central de la muñeca y le ayuda al médico a descifrar si el paciente sufre de una compresión del nervio mediano.
La condición es más común en las mujeres de edad madura (con frecuencia peri-menopáusicas), y puede ser causada por condiciones crónicas como la diabetes, gota ó enfermedad de la tiroides, y es común en las mujeres durante el tercer trimestre del embarazo. Si en caso la persona es ajena a todas éstas condiciones, se dice que la causa es idiopática: causada por un proceso desconocido.
El Síndrome del Canal Carpiano esta relacionado con condiciones como: tendonitis en los dedos, dedo de gatillo ó tendonitis en la muñeca (la tendonitis DeQuervain, por ejemplo, provoca dolor en la muñeca en la base del dedo pulgar).
El tratamiento para el Síndrome del Canal Carpiano con frecuencia se concentra en disminuir la inflamación de los tendones (inyecciones de esteroides como la cortisona pueden ayudar a disminuir la inflamación) dándole así más espacio al nervio mediano en el Canal Carpiano y de ése modo disminuyendo el dolor.
El tratamiento más común sin uso de medicamentos (ó las odiosas inyecciones), es el de entablillar la mano durante la noche impidiendo el movimiento de la muñeca durante el sueño (que ocurre cuando uno duerme). Los síntomas aumentan de noche porque la posición de la mano está al mismo nivel que la del corazón, lo que produce una colección de líquido en los tejidos blandos dentro del canal, además de cambios hormonales bastante complejos que pueden aumentar la retención de líquido durante la noche (como remedio, algunos investigadores opinan que una alta dosificación de vitamina B-6 pudiera actuar como un diurético y disminuir líquido en el Canal Carpiano, aliviando los síntomas).
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